"Que no ganara el Oporto entraba en el terreno de lo esotérico. El Atlético acabó desesperado, volcado el ataque y persiguiendo una victoria imposible, que no mereció, ni en Madrid ni en Oporto, lastrado por su falta de imaginación y por un rival que toda la eliminatoria fue insultantemente superior. Y que le dejó donde merece: en la calle". El País
Selvajaria
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Se a descaracterização de uma cidade resultar do “capitalismo selvagem” –
que condena o comércio tradicional em detrimento dos starbâques – as
lágrimas pel...
Há 5 horas
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